Uriel
Fuego de Dios
Por su ademán de gran movimiento expresa lo que pudiéramos llamar idea-vida. Al designársele como “Fuego de Dios” no es forzado reconocer en esta figura, el mensaje de Cristo: “Fuego he venido a traer a la tierra, ¿y qué he de querer sino que arda?”. Sus ojos expresan la pasión del movimiento.
Aunque su nombre no se menciona el la Biblia, se le identifica por la espada de fuego, como el ángel que expulsó a Adán y Eva del paraíso y como el ángel del fuego del Apocalipsis. Es un hermosísimo arcángel que blandiendo en alto la espada de fuego, irrumpe descendiendo y llenando el cuadro con su alegre y festoneante combinación de colores.
Uriel, Arcángeles de Sopó
Óleo sobre tela
2.38 x 1.67 mts.
Anónimo
Siglo XVII