Los Arcángeles de Sopó • Ángeles de Sopó • Arte religioso • Iglesia Divino Salvador

La serie colombiana de Sopó

Era preciso establecer esta perspectiva para analizar la importante y original serie de Colombia, que hace más de veinte años fue expuesta en la Biblioteca Luis Angel Arango, pero que ha pasado inadvertida a los historiadores del arte. Pese a esta falta de noticias, siempre fueron apreciados como un conjunto original y valioso, distinto del arte virreinal neogranadino y sin ningún punto de contacto con la iconografía andina antes comentada; sobre su estima cabe señalar que decoraron el Palacio de Nariño a raíz de la visita del Papa Juan Pablo !!, ya que recientemente fueron restaurados por el Museo de Arte Religioso, donde los hemos contemplado durante el año de 1986.

Son lienzos de gran tamaño, que impresionan por su finura y elegancia, contrastando con lo que es habitual en la pintura virreinal; mas no por esto se han de pensar que sean piezas importadas de Europa, como alguien ha pretendido. Soy de la opinión que estamos ante ejemplares virreinales, obra de un pintor anónimo, aunque no se sepa cómo pudieron llegar a Sopó. La diferencia de esta pintura del siglo XVIII con respecto a lo que era habitual en la Nueva Granada se explica por los modelos que tuvo el anónimo maestro, que se apartó de los habituales de la escuela andaluza y del gusto de Peter de Jode de origen francés, que explicaría perfectamente estos admirables lienzos de Colombia.

Antes de extraer conclusiones, hagamos un análisis particular de cada pieza, ya que son un total de doce. En primer término está San Miguel, fácilmente reconocible; su composición viene en parte del grabado de Beatrizet, pero con la diferencia notable de que el tipo heroico se ha afeminado, y su traje corto de guerrero se cambió por largas faldas femeninas y paños volantes. En el Museo del Palacio Arzobispal de Popayán hay un San Miguel, firmado por Cortés, que aún mantiene el espíritu del grabado de Beatrizet. Sigue en interés el llamado Angel Custodio, que deriva del grabado de Jode, con algunos cambios; mas habrá que pensar en un grabado intermedio, ya que en Tunja hay otro muy semejante, aunque falto de la finura del modelo de Sopó. No falta en la serie el modelo de Rafael, cuya inscripción dice Medisina Dei.
 

seactiel02

Arcángel Seactiel. Detalles.

El arcángel Gabriel es uno de los ejemplares más elegantes, que presenta en una mano el ramo de flores, y en la otra un pergamino con su mensaje; en la inscripción consta Fortitudo Dei, como es norma, pero en los atributos se apartó de lo que fue habitual. Composición muy semejante es la de Esriel, cuyo nombre no aparece entre los mencionados antes; como lleva espada se explica que en la inscripción diga Justicia Dei; responde claramente a ese tipo de ángel militar, como los de Calamarca, pero a la manera europea. El arcángel Barachiel sigue composición similar a la ya analizada de Gabriel, con flores en su halda, a los pies y en la cabeza de acuerdo con lo señalado por la inscripción Benedictio Dei. Uno de los de composición más dinámica es Uriel, en posición inspirada tal vez por el Gabriel del grabado de Jode, con los cambios habituales; lleva su atributo de la espada ígnea, de ahí que diga la inscripción Ignis Dei. Sigue el modelo anterior de Barachiel uno denominado Piel, que tal vez se refiera por corrupción a Peliel, el ángel que luchó con Jacob; aquí desfila como abanderado, de ahí que diga la inscripción Decus Dei.

La figura de Seactiel es una corrupción de Seathiel, salvo que en lugar de llevar las manos en actitud piadosa aparece con el incensario en acto de adoración, de ahí que diga la inscripción Oratio Dei; se parece en cierto modo al Teadkiel del grabado de Jode. Quizá el más elegante sea Geudiel, corrupción de Jehudiel, que desfila con un látigo en la mano izquierda, de ahí que diga la inscripción Penitentia Dei. Extraño resulta Laurel, tal vez semejante al Laeiel de la iglesia de Calamarca; en la inscripción consta Misericordia Dei. Por último, el lienzo más dañado, al punto que no ha podido ser restaurado, en el Calamarca; en su mano derecha presenta el atributo de un sol, lo que correspondería con la inscripción Potentia Dei.

Tras esta lectura me reafirmo en el carácter original de la serie de Sopó con respecto al medio virreinal. No se puede dudar del vehículo de los grabados y de que la fuente ya presentó algunos de los nombres arcangélicos muy alterados de ahí que algunos sean difíciles de identificar con respecto a las series antes mencionadas. Esperemos que nuevas investigaciones traigan luz sobre esta serie colombiana que publicamos por primera vez gracias al interés del Museo de Arte Religioso en dar a conocer la pintura colonial que tiene novedad e interés ya por su estilo o por su iconografía.

Subir! Desarrollado por Pronto website.
Redes sociales:
FACEBOOK